El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado un paso inesperado al firmar un decreto que alivia la carga de aranceles sobre el sector automotriz, una medida que busca suavizar el impacto económico en los fabricantes y, de paso, muestra un cambio en su enfoque comercial. En un 2025 lleno de retos económicos globales, esta decisión está dando de qué hablar
El martes, Trump puso su firma en un decreto que evita que los aranceles se acumulen como una bola de nieve para los fabricantes de automóviles. Según un funcionario del Departamento de Comercio, la tarifa del 25% sobre vehículos importados no se sumará al 25% que ya se aplica al acero o aluminio. Además, las piezas provenientes de Canadá y México quedan exentas de estos aranceles siempre que cumplan con las reglas del T-MEC. Un pequeño pero significativo respiro para la industria.
Lejos de la postura dura que marcó su presidencia, Trump parece estar ajustando el rumbo en 2025. Durante su mandato, los aranceles fueron su arma para proteger a los trabajadores estadounidenses, especialmente contra China. Pero ahora, con una economía global en recuperación tras la pandemia y nuevas tensiones internacionales, el presidente ha matizado su estrategia. “Algunas tarifas han cumplido su propósito, pero no todas las tarifas deben ser permanentes si podemos lograr un acuerdo beneficioso”, dijo Trump en una reunión con empresarios en Nueva York.
En los últimos meses, Trump ha dejado claro que no todos los aranceles son imprescindibles. En discursos recientes, ha sugerido revisar aquellos que golpean directamente a los consumidores estadounidenses, para evitar que los precios se disparen. Este cambio llega tras negociaciones con socios clave como la Unión Europea y Japón, que podrían reducir la necesidad de mantener tarifas agresivas
Eso sí, Trump no baja la guardia con China. El presidente insiste en que Beijing debe cumplir con el acuerdo comercial de 2020 y no descarta volver a imponer aranceles si las negociaciones no avanzan. “Beijing debe cumplir con las promesas hechas en el acuerdo comercial de 2020”, reiteró, dejando claro que su postura hacia el gigante asiático sigue siendo firme
El giro de Trump llega en un momento clave, con analistas pidiendo un enfoque más equilibrado para sostener el crecimiento económico sin sacrificar la competitividad global de Estados Unidos. Sin embargo, no todo es color de rosa. Expertos advierten que estos cambios podrían generar incertidumbre en los mercados, ya que las políticas comerciales de Trump han sido un pilar en las relaciones económicas mundiales durante la última década.
Con este decreto, Trump busca dar oxígeno al sector automotriz y enviar un mensaje de flexibilidad, pero el mundo estará atento a cómo se desenvuelve esta nueva etapa de su política comercial. ¿Un cambio duradero o un movimiento táctico? Solo el tiempo lo dirá.
More Stories
Lanza E.U. plan de incentivo económico para que indocumentados
ONU pide acceso sin trabas para asistir a víctimas del sismo en Birmania
Detienen a Rodrigo Duterte, expresidente de Filipinas, por crímenes contra la humanidad